Llegar a un lugar tan remoto lleva su tiempo. Vuelo de casi 4 horas desde Santiago a Punta Arenas y desde allí tres horas en coche hasta Puerto Natales y una hora más por carreteras por asfaltar, bordeando la frontera argentina, hasta el hotel donde me alojo.
Aunque es un viaje pesado, los paisajes son infinitamente bellos, el cielo azul (como lo pintaba cuando era pequeño) y las nubes perfectas, como de dibujos animados, formando formas caprichosas y entretenidas.
Al llegar al hotel estaba destrozado, pero con unas ansias locas por salir a respirar aire fresco, tocar la tierra con las manos, deselectrizarme y sentir su pulso.
Así que botas de trecking y a hacer una pequeña ruta que hay entre el hotel y el cercano e imponente lago Sarmiento.
Nada más salir, huele a borrego, y mucho, de hecho hay cientos de ellos en la zona que rodea el hotel. Camino lentamente observando la vegetación típica de la estepa patagónica y me divierto intentando averiguar de qué animales son las huellas que veo plasmadas en el suelo. Y llego a la playa. Adoro las playas de los lagos.
El lago Sarmiento tiene 78 km de circunferencia y es un lago cerrado sin entradas ni salidas. Al no tener ríos que lo alimenten ni glaciares que se fundan en el, tiene una de las aguas más azules del parque y a diferencia de todos los otros lagos, depende de las tormentas y la lluvia para mantener su nivel.
Una de las cosas que más me llama la atención son unas piedras blanquecinas que rodean el lago. En el hotel me dijeron que eso es precisamente lo que le hace único. Se llamas trombolitos y estromatolitos y son los organismos más antiguos de la Tierra.
A pesar de que parecen piedras estos organismos son parecidos a los corales, se forman al unirse algas fotosintéticas sobre una estructura calcárea y fueron los primeros en producir oxigeno en la atmosfera de la tierra, liberándola del carbón y haciéndola respirable para nosotros.
No me pude entretener mucho porque al anochecer esta zona es territorio de caza del Puma y el viento huracanado que soplaba levantaba la arena de la playa clavándola en la piel como si fueran agujas.
Aparte del lago Sarmiento, los trombolitos se pueden encontrar en algunos lugares de México, Canadá y Australia.
Bonita excusa para programar un viaje….en busca de los trombolitos!! 🙂
Me apunto a tu búsqueda!!
Qué vistas, qué fotos y qué historias tan interesantes….
Muchas gracias Nuria!!!. Besos y hasta pronto!!
¡¡te estoy pillando una manía!!!, que me molesta hasta pensarlo.
Insisto, me tienes negro. Más negro que un africano central……………
La envidia de la buena, se mezcla con la envidia d ela mala, y el resultado, es ,,,, que me mosqueo cuando no escribes todos los dias.
Tío, eres una caña. Poco a poco vas ampliando tus «artículos» (me niego a poner «post»), y los leemos con devoción, con ternura…. y con «negrorrrrrrrr».
Un besazo gordo.
Collons, que bien te ha parido tu madre, leches.
Gracias Carlos, en nada mi madre te responde 🙂
Pues si su madre lo pario muy bien,y asi ha salido, ¿aque si carlos? me encanta todo lo que veo, pero hay fotos que parece que tengas frio, y eso si que no ,me hubieras dicho, te hubiera tejido unas buenas bufandas y un gorro, eso no se hace auna madre, porque sufro al verte encojido de hombros, para el proximo viaje si Dios quiere, que si que querra ya te preparare unas cosas, si vuelves al mismo sitio o algun otro lugar que haga frio. He dico. tu madre.
No te preocupes de nada madre que no paso nada nada de frio!!!
es que a tu hijo le gusta hacerse el machote, a estas alturas, y con estas edades. Y cuando nos pille un trancazo de los gordos, dirá que va a estar cuatro o cinco díos sin cobertura de wifi y esas chorradas que cuenta de vez en cuando.
Jose Antonio, fes el favor de 1: abrigarte…… 2: salir más en tus fotos, y cambiando de posición (el último cambio de intentar salir con las manos en los bolsillos ya ha sido un avance, lento, pero avance) 3: come un poco más que te estás quedando en el chasis…. 4: si no tienes un buen gorro de lana porque no le has dicho a tu madre que te haga un par, compraté una gorrita aunque sea de las horteras que pone «i love Chile», pero tu cabeza tiene que estar calentita (uuuf, el límite, cruzarlo que fácil sería en este instante). 5: viber existe.
6: Que te queremos, leches.
Carlos, Carlos, Carlos….no me tires de la lengua que diré cosas que no quieres que diga 🙂
Tranquila Inés, que para el próximo viaje ya habrá aprendido a tejer su propia bufanda. ¡Menuda profe tiene!
Lo tuyo no tiene límite. Ahora te vas a dedicar a las piedrecitas??? Ah! Que son corales, mucho mas «chick»
No lo dudes Mar!!!. Retomamos los tes de invierno y el tricotaje nada mas regrese a Valencia. Y en verdad que no tengo limite, cualquier excusa se me antoja buena para idear un nuevo viaje. Besotes.
Que el xiquet está pasando frío?!?!? Será la última vez, porque para el próximo viaje llevará un buen cargamento de bufandas, gorros, orejeras, mitones y manoplas que se habrá hecho él mismo, aunque lo tengamos hasta Diciembre de 2013 sin levantar la cabeza de las agujas, dos agujas, 4 agujas, agujas circulares y hasta ganchillo si es necesario, un mundo de posibilidades se abre ante él. Y para lo que no le dé tiempo, estaremos Doña Inés (de la que me declaro fan absoluta) y yo tejiendo con fruición. Mar, como te descuides a ti también te pillamos, ya que no podemos comer, tejamos como locos!!!!! Más vale que elija un destino fresquito para el próximo viaje o se nos va a cocer con tanta alpaca en la maleta….
jajajaja, que no Nuria, que no paso frio, que voy muy abrigado!!!. Eso si, lo del tricotaje lo retomamos cuando llegue a Valencia para poder lucir todas las bufandas el año que viene. Besos!!!
De verdad que no te imagino tricotando, tanto aire puro creo que se te ha subido a la cabeza, estoy empezando a preocuparme……