De nuevo en el aeropuerto de Valencia.

De nuevo el olor a queroseno me inspira y me motiva a escribir….a compartir.

De nuevo tengo la sensación de que el año ha pasado volando, que parece ayer cuando regresé de Bogotá y ya estoy de nuevo apurando los minutos, corriendo para dejar cerrados los temas de trabajo, haciendo la maleta a altas horas de la madrugada (que por cierto cada vez me cuesta más, sobre todo si se viaja al invierno y al verano) y empezando el viaje sin haber disfrutado de los preparativos del mismo.

Y de nuevo hacia el oeste!!.

Este año me había propuesto firmemente viajar hacia el Este y volver a disfrutar de Asia…pero por unas cosas u otras, lo he tenido que posponer un año más.

De nuevo empiezo en USA. La experiencia del año pasado resultó más gratificante de lo que pensaba, así que he decidido repetir. Pero como es habitual en mis viajes, me gusta someterme a cambios extremos, así que cambiaré de climas, de países e incluso de personas que me acompañan en cada tramo del viaje.

Por primera vez este año, no voy a cruzar el Ecuador y me iré desplazando solo por el Hemisferio Norte, siendo Chicago el primero de los destinos. Es una ciudad, que le tengo muchas ganas desde hace años, pero siempre me decía que debería ir en verano. Ya no puedo esperar y allí que voy.

Diario nuevo (gracias Alberto), en versión analógica (este año se ha despertado en mi un sentimiento anti-digital que veremos donde acaba), cartera nueva (gracias Ana), bufanda nueva (gracias mamá, ya no te podrás burlar de las bufandas de las fotos).

Gracias a Mar por acompañarme, como siempre, al aeropuerto y………

……..el capitán acaba de anunciar que por problemas técnicos tenemos que volver al aeropuerto de Valencia!!! El tren de aterrizaje no sube!!.

Y aquí estoy, después de haber pasado una odisea, digna de relatar en este aeropuerto mediocre.

Al Salir del avión todos nos hemos ido a por información a un mostrador donde dos (si, solo dos) azafatas que apenas tenían voz, ni sabían poner orden, intentaban malinformar de lo que se tenia que hacer.

Después de una cola de más de 1 hora le entrego la tarjeta de embarque y me dice con la cara medio desencajada…ahora le busco su conexión a Orlando.

Le digo, señorita, vuelo a Chicago, no a Orlando, me mira y me vuelve a decir, Usted vuela a Orlando (con cara de este tío es gilipollas), la miro, se me hincha la vena y cuando voy a gritarle en  arameo me enseña el ticket de equipaje y me dice, mire, usted vuela a ORD: Orlando.

Es entonces cuando no me puedo callar y tranquilamente le digo, señorita, para ser azafata debería saber al menos las siglas de los aeropuertos más importantes, ORD es O’Hare, el aeropuerto de Chicago. Ante tal vergüenza me ha dicho que me dirija a recoger mi equipaje y al mostrador de ventas de Iberia.

Sala de equipaje, yo solo, la maleta que no sale, no puedo volver a donde esta la azafata (las puertas no se abre en sentido entrada), el mostrador de reclamación de equipajes de Iberia vacío, así que la solución es ir al agujero por donde salen las maletas y gritarle a los chicos que suben las maletas en los aviones, que buscaran mi maleta y me la dieran. Real como la vida misma!!

Después de más de 1 hora en la ventanilla de ventas, me han solucionado enviándome a Madrid (donde hemos llegado con retraso y casi pierdo la conexión) de allí a Nueva York, hacer noche y mañana por la mañana a Chicago.

Propongo que Madrid se convierta en aeropuerto de VLC y que cierren el que tenemos, total para lo que sirve.

Bueno, voy a intentar relajarme, que estoy de vacaciones. Os dejo el video que mi querida sobrina Rebecca (mil gracias!!), me ha hecho de las vacaciones del año pasado. Es una especie de road-movie acelerada que trasmite el ajetreo…divino ajetreo, que viví el año pasado.

Hasta pronto!!