Hay lugares que causan admiración y envidia en partes iguales.
Hay ciudades donde los proyectos empresariales hecho con pasión, ganas, buen gusto y un montón de dinero siempre tienen garantizado el éxito.
En Barcelona, el nuevo “restaurante” (por llamarlo de algún modo) que consigue llenar día tras día desde que abrió hace un par de meses se llama EL NACIONAL, la nueva experiencia gastronómica de la ciudad.
Está discretamente situado en un pequeño pasaje que sale desde el Paseo de Gracia y desemboca en un singular espacio industrial de finales del siglo XIX. En un principio fue un café teatro, después fábrica de tintes, concesionario de coches y finalmente parking hasta hace unos pocos años.
Es como entrar en el restaurante del Gran Gastby, elegantemente decorado con estructuras de hierro forjado de principios del XX, mármoles, grandes lámparas colgantes….
Es un gran espacio multi-gastronómico dividido en 4 zonas: un restaurante de carne, uno de pescado, uno de tapas/arroces y otro más casual de cocas y ensaladas.
Además tienes 4 barras especializadas en cerveza/conservas, vino/embutidos, cava/ostras y cocktails.
Personalmente he probado el de pescado (impresionante) y el de carne, un verdadero paraíso para los grandes carnívoros, con una nevera donde se puede ver el proceso de maduración de la carne y donde se prepara le mejor carne del mundo a la brasa (según Times, la carne de “el capricho”, productor de carne y vaca vieja de León).
Bon profit!!!.
Esto que es, ¿para abrir boca? (nunca mejor dicho)