La zona oeste de Kyoto es mas complicada de visitar a pie, asi que fuimos a los dos templos que mas interes tenia en visitar y despues decidimos ver la ciudad con una visita guiada en bicicleta.
El primer templo que visitamos es el de Kinkaku-ji, mas conocido por albergar el Pabellon dorado. Queria visitar este templo porque hace muchos años lei el libro «el pabellon dorado» de Yukio Mishima y al igual que le pasa al protagonista principal, me quede desilusionado con el templo. Iba con muchas ganas de observar el famoso reflejo en el lago que enamoro al personaje de la novela, pero a causa del frio, el lago estaba casi congelado y nos quedamos sin reflejo 😦
Despues caminamos hasta el templo Rioan-ji famoso por su jardin seco zen. En una extension de la superficie de una pista de tenis, hay 15 piedras rodeadas de gravilla rastrillada. Segun los budistas zen, este jardin es fuente de inspiracion y el lugar perfecto para meditar.
Como no habia mucha gente, descansamos al sol, viendo las lineas de gravilla que bordean las piedras y que realmente llegan a enganchar.
Pero lo mejor del dia, fue sin lugar a dudas la visita guiada en bicicleta. Keiko, nuestra guia, nos llevo por zonas de la ciudad que hubiera sido imposible encontrar por nosotros mismos: canales apartados, templetes pequeños en plazitas reconditas…pero lo inesperado fue que nos llevara al barrio de las gheisas o Geikos como las llaman en Kyoto.
Nos enseño varios tea houses (desde fuera) donde operan las meikos (aprendices de Gheisa) y las Geikos. Nos llevo a una de las 5 escuelas de gheisas que hay en la ciudad para explicarnos las disciplinas en las que se forman.
Y tuvimos la suerte de ver a varias de ellas llegando al tea house donde entretienen a sus clientes. Elegantes, hieraticas, apresuradas, blanquecinas…parece que leviten sobre el suelo.
Despues nos llevo a los jardines imperiales a pedalear un rato en la enorme exension de la que fue sede imperial de Japon durante mas de 1000 años y hasta 1867.
Y para acabar fuimos a tomar un te matcha (del que me he hecho un poco adicto) a un tea house (sin gheisas) impresionante, donde nos hubieramos quedado el resto del dia.
La compañia que opera los bike tour es Kyoto Ciclying Tour Project. La guia Keiko Sumida.
Vosotros siempre pensando en el negocio, un bike tour. Espero que saqueis algo de provecho para aplicarlo aqui en Valencia, teneis que cambiar el té por la horchata, las meiko por falleras y el templo zen por Sta Catalina. Lo del reflejo en el lago va a estar más complicado, tal vez os sirva el de L’hemisfèric.