El tren bala paró en Hiroshima que es donde he pasado un par de días.
Un día, cogí el ferry a la isla de Miyajima, que es considerada por los japoneses la isla más sagrada del país.
Alli se encuentra una de las estampas más conocidas de Japón, el torii rojo que está sobre el agua enfrente del templo de Itsukushima-jinja, del siglo VI, y el más popular de los templos sintoistas del país, dedicado a las 3 diosas del mar hijas de Susano-o.
Del 31 de diciembre al 3 de enero es fiesta en Japón y todos los japoneses viajan a visitar a sus familiares y a rezar en los templos, asi que visitar el templo en estas fechas ha sido una verdadera odisea por las miles de personas que viajaban en los ferrys y querían acceder al santuario.
Para escaparme de tanto gentío, decidí hacer una de la rutas de treking más conocidas en Japón, que es la ascension al Monte Misen en el centro de la isla. La subida la hice en funicular y la ultima parte y la bajada a pie.
Realmente tengo que agradecer a Edy el entrenamiento de este año porque sino no hubiera podido hacerlo. Fueron más de 4 km de escaleras arriba y abajo, pero realmente valió la pena, por el paisaje, las vistas, los pequeños templetes por todo el camino, los templos budistas de Misen Hondo y Daisho-in y los cientos de «arigato» y reverencias que se deben decir cada vez que te cruzas con los peregrinos que van subiendo.
Realmente una visita magica, muy espiritual y altamente recomendable.
Impresionanteeeeee. Un beso.